Hoy en día millones de personas estamos conectados a Internet gestionando diversidad de información de nuestro interés, estas acciones se han vuelto tan  naturales que navegar por la Red de redes es unan necesidad ineludible en nuestra vida, usar las redes sociales para conversar con otras personas, distraerse, trabajar, buscar información, hacer campaña política y hasta hacer trámites burocráticos es lo más natural para los seres humanos, no obstante pocos somos los que hacemos un stop y nos preguntamos acerca de cómo funciona y qué consecuencias tienen nuestros datos en esa red de redes..

Somos pocos los estudiosos de la maravillosa herramienta de internet, no obstante compartimos grandes preocupaciones en los temas de tecnología acrecentando más esa preocupación en cada despertar por la forma abrupta como se expande y la diversidad de herramientas que algunas veces no alcanzamos descifrar, por otros lado observamos los usuarios enclaustrados en una felicidad del uso, quienes sin conciencia dan toda su información con tal de acceder al centro de esa información.

Es de reflexionar que internet es mucho más que un espacio incorpóreo, irresponsablemente algunas empresas nos cuentan mitos de internet, tales como que la internet es una nube de ondas que atraviesan el aire, que son hilos que nos cruzan por todos lados y llegan a nuestra computadora o teléfono cuando necesitamos un camino libre para mandar un mail o descargar una foto. Pero la internet real es distinta, basta hacer un viaje al centro de la red para entender cómo afecta tu vida”.

 La red está hecha de conexiones físicas y sociales muy concretas, por donde viajan los bits se pueden tocar, ver, son tubos, caños, edificios y los manejan personas, los dueños de las empresas, sus empleados, sus accionistas”, por ello los cibernautas deben ser conscientes de que internet tiene dueños y reglas, en consecuencia, no es solo una herramienta casi omnipresente de la vida moderna, sino un espacio donde se juegan intereses políticos y económicos

Es necesario educar para derrumbar el mito de que internet está en el aire, porque ése  mito es creado por la publicidad y el marketing de la tecnología, que ayudan a que esa tecnología aparezca como ajena a nosotros, debemos entender que todo los dispositivos  almacenan cada vez más cantidades de información sobre las personas, su vida, sus sentimientos, su privacidad, su trabajo, sus bienes; entender cómo funciona no es una opción si no una necesidad,  hay derechos de las personas que se están jugando en la Red, y es necesario conocerlos.

Partiendo del  mito de que internet son hilos de que viajan por el aire, nacen otros tales como: Que si internet está en una nube y el wifi está en el aire, entonces la Red es gratis, nada de eso es cierto, el primer pagador de internet es el usuario, quien invierte en una conexión cara y mala, cualquier especialista en telecomunicaciones lo sabe, por ello se debe luchar por la  competencia lo cual es la única  garantía de la calidad, ante la ceguera de los entes reguladores, quienes en vez de velar por el derecho de los ciudadanos educando y velando porque se entregue al usuario  el servicio que este paga, se han dado la tarea de restringir el uso del internet , promulgando leyes para rutiar datos de su interés.

Ahora el modelismo que las que se han inventado las empresas proveedoras del servicio es el Internet compartido, estrategia que no es más que un hurto porque en una cuadra de habitantes se conecta los GB y de ellos toda la cuadra usufructo, es decir sí que en horas pico como y fines de semana la conectividad se vuelve lenta y escasa porque toda la cuadra de vecinos está conectada, eso es internet compartido y te cobran por el total de los Gb distribuidos, la gran  Pregunta que hace el gobierno?

Analizando algunos mercados observamos que Brasil, Uruguay tienen un promedio de velocidad de entre 12 y 14 megas, mientras que nosotros (Honduras) apenas tenemos de 3 y 4 megas.
En Uruguay, por ejemplo, hay un modelo estatal (el de Antel) que invirtió mucho en infraestructura. Pero en México, que también es muy concentrado y sería el modelo más cercano al nuestro, lo que equilibra la balanza es que haya organismos regulatorios fuertes que hacen que el Estado esté muy presente y se meta con los propietarios.

Concluiremos este tema advirtiéndoles que cada vez que se navega por la web se dejan datos como migas de pan, mismos que son recogidos para vender por los motores de búsqueda para marquetar productos y servicios. Estos procesos se hacen gracias a los algoritmos que son herramientas que ayudan a crear datos basándose en métricas determinadas al interés de persona u empresas, ese proceso hoy se conoce como BIG DATA, herramienta que trasforman esa minería de datos para posteriormente venderlos para fines de anuncios publicitarios;  esto es así, no se puede ir contra esto porque para eso haría falta que el modelo de negocios de internet cambiara,  lo que sí podemos hacer es conocer y tener muy presente esta realidad para evitar la ingenuidad de creer que Facebook es solo una red social y que Google, un buscador. La verdad es que ambas son las empresas de publicidad más grandes del mundo, quienes tienen las bases de datos más grandes que gracias a sus algoritmos se convirtieron en un shopping planetario.

“En los principios de los tiempos la Red tenía una infraestructura más abierta y cooperativa todavía hay algunos espacios que mantienen esa estructura, como Wikipedia, pero esos esquemas se van cerrando, se van privatizando, Internet comenzó a privatizarse a mitad de los ´90 y ahora, además, está cada vez más concentrada: cinco de cada diez personas en el mundo están navegando o usando algún servicio de Google, de Facebook, de Microsoft, de Yahoo! o de AOL.
es aquí donde entra el tema de la privacidad de esos datos nuestros que vamos desperdigando sin darnos cuenta.

Por ello decimos que la seguridad empieza con la persona y termina con la persona,  cada uno de nosotros podemos elegir si dar o no sus datos, pero lo importante es hacernos la pregunta antes de instalar cualquier aplicación: ¿Quiero que una empresa o el Estado acceda a toda esa información? , el caso de las aplicaciones  para teléfonos celulares es claro, y muy poca gente se toma el tiempo necesario para analizar toda la información a la que el software pide acceder para descargarse en el Smartphone.

Una postura es decir yo no tengo nada que esconder y por eso no me cuido al dar información personal, esto podría ser una postura ingenua pero válida si nadie nos controlara, pero en esta época, en la que inclusive nos están espiando las redes sociales desde los Gobiernos, siempre hay que tener en cuenta que esa información que uno publica deja de ser privada inmediatamente, porque cualquiera de nuestros contactos le saca una captura de pantalla y la difunde.

Abg. Alicia Paz Meza
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