‘’EL TUNEL’’. LADO OSCURO DE LA PANDEMIA COVID 19

EDUCACION. SALUD Y ECONOMIA DIGIT@L.

ABOG/ MSc. Alicia T. PAZ
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La urgencia e importancia de iniciar un diálogo alrededor de estos temas, nos estimula para escuchar diferentes voces, e invitar a participar a nuestros lectores y actores del mundo, en sus diferentes posiciones, con el único propósito de aportar a la sociedad, orientaciones en los que podamos converger y navegar en esta aventura desde la reflexión y la acción ante el desarrollo de un nuevo mundo digital.

Las medidas de confinamiento por la emergencia de COVID-19, nos ha privado de tener interacciones sociales, aunado a ello nos hemos dados cuenta de cuántas personas realmente están luchando porque no tienen las habilidades tecnológicas necesarias para navegar en un mundo digital, por ello la necesidad de abordar el tema en este espacio algunas ideas concretas sobre cómo debería ser un buen modelo de respuesta a la crisis.

La crisis ha evidenciado una profunda transformación social en todos los segmentos, nos ha obligado a impulsar nuevas estrategias, nuevas políticas, replanteamiento y fortalecimiento en todo el sistema productivo, como una alternativa para lograr a la velocidad el dinamismo de los mercados que se contraen y decrecen a pasos acelerados.

Desde hace un tiempo se escucha el clamor y presión social del mundo, exigiendo un cambio hacia un trato social igualitario para lograr la transformación democratizadora del escenario político. No obstante, el COVID-19 nos lleva a un grave desafío global y llamado de atención para que se revitalicen los principios universales de los derechos humanos, que sólo con esfuerzos multilaterales concertados, solidaridad y confianza mutua se podrá acabar con la pandemia y lograr sociedades más resilientes, maduras y unidas. Aunque ahora, la posibilidad de ligar la independencia económica y la participación política de todos, es la demanda más sentida en estos momentos de crisis.

En este contexto en América Latina ya se postulan fuertes liderazgos de oposición que pregonan un cambio social en las formas de gobernar, exigiendo transparencia en la administración de los recursos del estado, demandando una mejor atención a la salud, y educación. Demandas estas que los gobiernos han silenciado argumentando protección ciudadana y con ello han priorizado en primera linea las arcas policiales y militares, como si se tratase de una guerra, medida esta que los defensores de los derechos humanos consideran un ataque a las libertades civiles. Sin embargo, es preocupante observar el estado de confort que denota la sociedad ante los toques de queda, cuarentenas obligatorias, restricción a las libertades de movimiento y agrupación, las que son ahora aprobadas sin resistencia alguna y pasan desapercibidas mientras la humanidad permanece encerrada.

Otro aspecto que suma la preocupación, es el uso de las tecnologías para controlar los movimientos de los ciudadanos, con la justificación de prevenir la propagación del virus. Para el caso China, ha puesto en marcha aplicaciones con reconocimiento facial, seguimiento telefónico, rastreadores múltiples

como medidas de vigilancia, en el caso de E.U, Google ha lanzado un reconocimiento de voz mediante Voice Match, herramienta que permite hacer pagos con el reconocimiento de voz, medidas que tienen el beneplácito de las nuevas generaciones por ser los elementos que facilitaron frenar la propagación del brote.

Ante todo, este complejo panorama de cambios advierte que: “Tenemos que empezar de cero,” todos tenemos que colaborar a estas nuevas conductas para interactuar en el nuevo mundo digital, como dicen por allí ‘Cambio de Chip’. Lo que no nos queda es: ¿Si el COVID-19 es la tabla de deslizamiento para impulsar el pase de un mundo presencial al mundo digital? probablemente lo abrupto del cambio es necesario, pues solo así podremos dejar la zona de confort en lo presencial para lanzarnos a lo digital.

Por lo escabroso del tema, nos preguntamos, ¿estamos preparados? lamentablemente diremos que No. Hay muchas cosas que no se podrán hacer en esta crisis, una de ellas es llevar la educación a los segmentos más vulnerables por la desigualdad social que priva desde hace mucho tiempo. No obstante, consideramos que la crisis ha forzado a los gobiernos a replantear las políticas de inclusión social, a fortalecer las estrategias en los segmentos productivos y a dar paso a la atención en forma gradual, es claro que no será en la calidad esperada, pero el solo hecho de atender la demanda denota un interés comparado al estado de dónde venimos, agudizado por la crisis.

Es de observar que la crisis COVID-19, ha contribuido al despertar de los gobiernos, por fin reconocen el abandono y falta de interés en fortalecer la política de salud y la educación, consecuencia esta que está cobrando la factura más alta a la humanidad, el dolor y sacrificio de quienes despidieron a un ser querido a través de un interacción virtual que ha marcado a las familia, más allá del dolor la incertidumbre de compatriotas abandonados en países foráneos, sin el auxilio de los gobiernos para su retorno, padres sin ver a sus esposas e hijos por temor a contaminarse, estigmatización de hombres y mujeres que laboran en hospitales en primera fila, etc.. ‘Nunca imaginamos que este cambio llegaría con tanta virulencia, pero paso, ahora el lema es ‘Aprender Haciendo, o Morir Padeciendo’.

 La crisis trastocó todas las formas de socialización y comunicación de la humanidad, los pronósticos advertidos por los expertos de la ciencia para restablecer el orden social es indefinido, quienes de paso recomiendan adaptarse a la nuevas formas de vida, hasta tanto no se encuentre la vacuna, que hasta los momentos es incierta, razón por lo que la mayoría los países han iniciado la creación de nuevas estrategias de convivencia social, replanteando las políticas, sobre todo en el sistema educativo, salud, que durante siglos fueron relevados en las prioridades de los gobiernos .

Es de hacer notar que América Latina y el Caribe, está liderando grandes esfuerzos en educación virtual como agentes de cambio con las capacidades existentes, sin embargo nuestra premisa es: Que sin una estrategia bien definida la educación estará siempre anclada en un bagaje ideológico que representa una nación elitista, ya que excluye una buena parte de los seres humanos, que asociada al determinismo tecnológico disminuye la responsabilidad de crear un nuevo modelo de sociedad.

Se habla de la existencia de una «brecha digital» puramente tecnológica, pero no se vincula con las desigualdades estructurales inherentes al sistema social y económico. La pobreza y la «brecha digital» tienden a una creciente retroalimentación con el consecuente peligro para la estabilidad social y las instituciones democráticas, ya que una sociedad dividida entre un grupo minoritario conectado, educado, bien informado, dispuesto y preparado para el cambio frecuente, contra otro sector mucho más numeroso, pobre y excluido de los beneficios del crecimiento es una combinación infortunada, difícilmente sostenible y por lo tanto explosiva.

Concluyo así, con una Palabra Clave: Tecnologías de la información, marginación social, desarrollo social, sociedad del conocimiento.

¿QUE ESTA PASANDO EN ELMUNDO DE LA SALUD?

Muy sigilosamente estamos observando como el segmento de la salud se está acoplando a un ecosistema tecnológico utilizado en múltiples países para gestionar proyectos sanitarios de forma segura, herramientas que se han convertido en esta crisis en un instrumento de apoyo para el sistema sanitario y está facilitando la obtención de conocimiento sobre el coronavirus y su impacto en las personas enfermas y su entorno.

La plataforma tecnológica sobre la que se presta este servicio, es utilizada exitosamente en múltiples proyectos clínicos y programas de salud por cientos de centros hospitalarios y prestigiosas instituciones sanitarias en países como España. A través de una aplicación móvil se recogen diferentes parámetros sobre el estado del paciente y pasan al centro de soporte encargado de validar la información, datos que finalmente llegan a los profesionales sanitarios para su análisis y actuación.

La telemedicina en esta crisis ha revertido gran impacto, pues una gran mayoría de las personas se han dado cuenta que no hay que visitar al médico para todo, que se pueden tener una relación más cercana, personalizada y segura con su médico a través de las tecnologías, las que facilitan más eficiencia, mejor comunicación en el mundo de la salud.

Celebramos la iniciativa de la telemedicina, práctica que se caracteriza por la atención médica de forma remota, desafortunadamente la telemedicina tiene sus principales detractores dentro del mismo gremio, pues existe un pequeño grupo de médicos conservadores que sostienen que la telemedicina es una práctica con muchas limitaciones, que su ejercicio carece en la mayoría de los casos de evidencia sólida que sostenga su validez, para ello justifican que; la medicina por ser la más humana de las ciencias, debe incluir el contacto directo con el paciente verdad que es innegable.

No obstante, consideramos que la telemedicina es la opción más segura, ante la actual crisis sanitaria, pues se ha vuelto una gran estrategia de atención médica, considerando que entre más consultas puedan ser resueltas desde casa, habrá una menor saturación de los servicios hospitalarios en consecuencia apoya a la reducción en la propagación del virus COVID 19.

En definitiva, la telemedicina es una herramienta fundamental en esta época de distanciamiento, ya que a través de una aplicación móvil se recogen diferentes parámetros sobre el estado del paciente y pasan al centro de soporte encargado de validar la información. Estos datos llegan finalmente a los profesionales sanitarios para su análisis y actuación. No obstante, reconocemos que hay diversos padecimientos que siempre requerirán una valoración presencial, pero de algo podemos estar seguros es, que después de la pandemia muchos médicos optarán por la medicina a distancia para realizar seguimiento de pacientes, consultas rápidas, interpretación de resultados.

En la medida que avance la trasformación digital y de paso a la digitalización, y la tecnología ofrezca más instrumentos para trabajar con esta modalidad, en paralelo se deberán crearse los consultorios virtuales para que médicos generales y especialistas, puedan atender mediante acceso remoto a sus pacientes, con protocolos de atención estandarizados de alta seguridad garantizando así que todas las personas tengan el acceso a la salud.  Añadido a esto, debe garantizarse la información de los pacientes por lo critico que pudiese resultar que la informática de salud pase al plano de inseguridad pues resultaría catastrófico un ciberataque, por la debilidad con que se maneja la información médica al interior de hospitales o clínicas, sean estos públicos o privados, es abismal.

¿Qué está pasando con la Economía?

Tomando un análisis de Goldin, profesor de globalización y desarrollo en la Universidad de Oxford, quien expone que en los últimos años se ha permitido que los riesgos se propaguen, lo cual considera como ‘Como el lado oculto de la globalización. Agrega que se puede ver no solo en esta crisis, sino en la económica de 2008 y la vulnerabilidad del internet a los ciberataques.

Ante la reflexión del profesor Goldin diremos que: «El nuevo sistema de orden económico mundial esta brindando enormes beneficios, pero también implica enormes riesgos”. Podemos observar que uno de los drásticos y acelerados cambios del mundo globalizado en el comportamiento financiero, es el desaparecimiento del dinero en efectivo, dando paso con ello a la bancarización, al bitcoin y billetera electrónica, como una las alternativas para las actividades comerciales, que con paso de la pandemia es una de las alternativas para evitar la contagio.

Según informes del FMI, se prevé una recesión mundial del 3% en 2020 y un repunte del 5,8% en 2021. Cada mes de confinamiento, supone borrar el 3% del crecimiento global. Situación que ha generado que en su mayoría los bancos centrales de los países del mundo, han impulsado la estrategia de inyectar más liquidez en el sistema, han flexibilizado en gran escala la financiación como principales herramientas disponibles, no obstante, vemos poco efecto fuera del investment grade, como fuente de financiación, a pesar de que en sus mayorías los países ya se han comenzado un proceso de desescalada para comienzo de «la nueva normalidad».

Más allá del aspecto técnico, ¿qué podría justificar el optimismo de los mercados? observamos un nuevo comportamiento en cuanto al impulsamiento en lo digital multiplicado de nuevo en los últimos días, que a pesar que los esfuerzos sean esperanzadores, no podemos desconocer que el impacto económico y social va a ser muy fuerte, dependiendo de la situación en que se encuentra cada país.

La vuelta a la normalidad nos resulta incierta, aunado a ello persisten dos grandes incógnitas en el nuevo orden económico mundial por venir. La primera es de carácter sanitario: El epicentro de la pandemia. La segunda es el ámbito microeconómico: Aunque las valoraciones de acciones pueden parecer atractivas a estos niveles, existe incertidumbre si estas serán suficientes para alimentar un aumento sostenido de las empresas, y evitar las quiebras en serie, dadas las escasas perspectivas de actividad. El cambio, los temores sobre el impacto microeconómico pueden ser el obstáculo para una verdadera recuperación.

¿Es el Túnel? ¿El lado Oculto del Cobid-19?

La verdad es que nadie sabe con certeza adónde nos llevará esta crisis. Más de veinte expertos en salud pública, medicina, epidemiología e historia compartieron sus opiniones sobre el futuro en entrevistas detalladas. ¿Cuándo podemos salir de nuestros hogares? ¿Cuánto tiempo pasará, de manera realista, antes de tener un tratamiento o una vacuna? ¿Cómo mantendremos el virus a raya?

Lo que si nos queda claro es que el coronavirus ha dominado el centro de atención de toda la humanidad, pasando de ser un fenómeno local a una pandemia global, con un gran impacto en el comportamiento de las sociedades e incertidumbre por la escabrosa información plagada de contradicciones entre sectores científicos y expertos en las ciencias de la salud, más allá de las acusaciones y amenazas que las grandes potencias del mundo ( EU. Y China), han alimentado por una serie de teorías conspirativas centradas en dos hipótesis: La primera, que el nuevo coronavirus fue creado en un laboratorio chino y esparcido como arma biológica en contra de otras potencias. La segunda, que ese mismo virus sintético había logrado escapar, como consecuencia de la negligencia de los investigadores chinos, y que empezó así a propagarse por el mundo, teorías que obligo a la OMS en ampliar la investigación quien confirmo que el virus es de Origen Natural.

Lo que si podemos afirmar es que COVID-19 es un virus desconocido hasta el momento de su aparición, y que ha provocado que los sistemas sanitarios de los distintos países del mundo se hayan enfrentarse sin dos herramientas básicas de la salud pública: La vacuna para impedir su propagación y los medicamentos para tratar los síntomas.

Razón por lo que los epidemiólogos y los expertos en salud pública, recomienden medidas tan simples como mantener el confinamiento, lavarse las manos con asiduidad, usar mascarilla, no tocarse la cara cuando se está en la calle, desinfectar los objetos que puedan estar contaminados, de este modo el adoptar esas conductas pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte de muchas personas.

Ante la vacilación de los científicos, diremos que: El túnel-Cobid-19, podría considerase también ‘El Lado oculto’ de las ciencias, por complejidad en entender y describir lo que está pasando, y el comportamiento de la humanidad. En el pasado, los desastres de esta magnitud derrocaron imperios, desencadenaron rebeliones masivas y provocaron hambrunas e inanición. Este cataclismo producirá también miseria generalizada y pondrá en peligro la supervivencia de numerosos gobiernos.

Todo eso nos hace pensar que: El Covid-19 para muchos, es una invitación a alejarnos a toda costa de cualquier modelo de negocio que signifique presencialidad, es una prueba de que la educación será digital, que los trabajos serán remotos, que los gimnasios y las academias de yoga son obsoletos siempre y cuando nos podamos sintonizar a la programación de los live en Instagram.

El coronavirus nos está ayudando a encontrar más rápido la transformación digital forzosa y masiva, es una invitación a mover una ficha adelante, hacia el futuro, y a mover otras fichas atrás, hacia lo tradicional.

En ese mismo sentido, creemos que el lado oculto del túnel está en la revolución digital que lleva varios años prometiendo la virtualización de la educación y del trabajo, predicción que en este 2020 tuvo un “empujoncito” inesperado: el coronavirus, que sumergió a colegios, universidades y a empresas en una especie de “transformación digital forzosa” Todo eso nos hace pensar que lo oculto conlleva la estrategia de manipulación para tomar el control total del comportamiento de los individuos o grupo de individuos para un propósito determinado, sea este político o de pase a un nuevo mundo

 

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