ABOG/MSc. ALICIAPAZ MEZA www.conjuri.hn alipaz57@gmail.com apaz@conjuri.hn

La cuarta revolución industrial está asociada a lo que conocemos como 4G, no obstante, para las telecomunicaciones, 4G representa la cuarta generación tecnológica de telefonía móvil, la sucesora de las tecnologías 2G y 3G, que precede a la próxima generación 5G referida al IoT (Internet de las cosas), que para muchos representa la cuarta revolución Industrial por ser la herramienta que está transformando la conducta de las nuevas generaciones.

Rememorando la revolución histórica del intercambio comercial, observamos que esta, ha tenido fuertes variaciones en los medios de pago, hemos pasado del trueque que no fue más que el intercambio de un producto por otro, fuera este dinero o mercancía, donde el oro fue el metal de referencia más utilizado para establecer el valor del dinero, luego pasa la moneda fiduciaria la cual está respaldada en la confianza de la sociedad, es decir en la creencia general de que ese dinero tiene valor.  

Gracias a la innovación y las nuevas tecnologías quienes guardan una estrecha relación, el intercambio comercial ha evolucionado a ser un medio de pago electrónico mediante el uso de internet, que se ha convertido en un derecho humano.  Una variación actual de estas formas de pago es el uso de las criptomonedas o criptodivisa que no es más que monedas virtuales, las que se diferencian por utilizar la criptografía para brindar seguridad a sus transacciones, estas pueden ser intercambiadas y operadas como cualquier divisa tradicional, con la ventaja que sus operaciones no están controladas por los entes reguladores de los gobiernos y/o por instituciones financieras.

Reconocemos que la revolución tecnológica ha alterado los patrones de conducta de las sociedades, llevándolas a un desafío de cambios de forma abrupta y que gradualmente nos adaptamos, rompiendo así toda escala de las reglas clásicas del intercambio de bienes y servicios, su forma disruptiva posee la capacidad de trastornar las conductas de forma asombrosa planteando así grades retos inesperados para las nuevas formas de empleo, producción, comercio la industria y el cuidado ambiental.

En este contexto la evolución tecnológica con intercambio de productos y servicios internacionales, esta generado un impacto en las nuevas formas de hacer negocios, observamos que ya no necesitamos dinero físico para hacer transacciones, basta con crear una billetera electrónica, para satisfacer cualquier necesidad de comerciar haciendo uso de criptomonedas, cuya seguridad está basada en el uso de la criptografía para garantizar las transacciones. 

Es sorprendente como las  criptomonedas están cautivando las grandes industria, siendo indiscutible que el Bitcoin o Ethereum, a pesar de no ser muy conocida como medio de intermediación financiera en el segmento económico, están desplegando gran atención por su alta rentabilidad, superando las fluctuaciones tanto del dólar como el euro, alcanzando la afirmación de sus seguidores de ser un nuevo modelo de confianza  descentralizado, afirmación que muchos estudiosos están analizando la validez de esa aseveración y los aspectos económicos.

 Las alarmas en el mercado de las criptodivisas siguen creciendo, pese a las advertencias de los gobiernos y los entes reguladores, quienes dejan saber los riesgos y a su vez  analizan  qué medidas tomar para el control y garantía de los usuarios, preocupación esta que suma por su alta volatilidad y el impacto que pueden tener en las finanzas mundiales, especialmente en las economías domésticas, aunado a ello también se visiona el posible uso para actos delictivos, como el blanqueo de capitales, con tendencia de no rastreos de dichas operaciones ilícitas, por la naturaleza de la red y la descentralización de sus  operaciones razón del porque los gobiernos lideren la oposición. 

Esta nueva forma de intermediación recién ha evolucionado y está en la  mira de las autoridades internacionales; sobre todo a las autoridad Europea donde la Ministra de Valores y Mercados (ESMA) por sus siglas en inglés),recientemente publico dos comunicados sobre las colocaciones en el mercado de este tipo de productos, uno relativo a los riesgos para el inversor, otro con las normas específicas aplicables a las empresas que participan en ellas, dado a la naturaleza de no regulación y control por los entes de gobierno. 

  Las amenazas al sistema financiero ya se dejan ver, ante la proliferación de cajeros automáticos para la compra de criptomonedas, países como Colombia, España y México ya cuentan con redes de cajeros automáticos para la compra de las criptomonedas, sin que medie regulación alguna, tienen la ventaja que sus operaciones no requieren pago de comisión alguna, situación está que de ya denota una guerra en el FIAT, por  la caída de comisiones producto de su Intermediación. 

En este contexto llama la reflexión en hacernos las siguientes interrogantes: ¿Que pasara con la Intermediación Financiera?, ¿Quién controlara el nuevo poder de la moneda electrónica? 

 Las reacciones del mercado financiero no se han hecho esperar, observamos que  el Servicio Interno de Impuestos de Estados Unidos (IRS), en fecha  28 de agosto del 2020, mediante memorándum determino que este tipo de operaciones deben ser consideradas como ingresos imponibles, con ello el IRS, busca incluir como renta gravable los ingresos de bitcoin y criptomonedas de sus ciudadanos, catalogando así estas operaciones sujetas a impuestos las ganancias por micro tareas en plataformas de trabajo en internet.

Reconocemos que la nueva realidad de negocios operados con monedas virtuales, está causando grandes desafíos en el intercambio de bienes y servicios, pues el uso de bitcoin y criptomonedas ya es un boom, transacciones  que son operadas por agentes privados para facilitar las transferencias sin necesidad de sistemas centralizados de emisión, registro, compensación y liquidación, situación está que muchos expertos  vaticinan la caída al enorme imperio de la intermediación financiera con riesgos a desaparecer.

El auge en el uso de las criptomonedas va de forma acelerada en las nuevas generaciones, por su alta rentabilidad y comodidad que resulta las operaciones comerciales, pues un criptones contra un €, 1 monetizado representa 9912.1€ , valor que va  cambiando según sea  la confianza de sus usuarios, su utilidad y su popularidad.  La competitividad de las grandes empresas como Microsoft, BBVA, Dell, Virgin y Galactic  ya se suman a esa evolución, al permitir transacciones de bienes y servicios con  uso de criptomonedas. Todo esto se resume en que las criptomonedas como divisa digital, están mostrando mejores propiedades que el dinero FIAT (dinero fiduciario emitido por los gobiernos) no obstante, la lucha por lograr la soberanía monetaria cada vez es más latente a fin de garantizar la estabilidad financiera, confianza y garantía en este tipo de transacciones. 

La popularidad y entusiasmo y el miedo a perder una oportunidad, es el gran impulsor de tales manías inversionistas, situación que vuelto más compleja la regulación, tema este que está en mesa de debate de los gobiernos sobre todo en Europa, donde BBVA, Caixa Bank, Santander, están liderando pruebas para crear el euro digital, como modelo de dinero digital tokenizado.

Si bien es cierto  las criptomoneda representan múltiples beneficios en las transacciones de intermediación, también es más cierto que el ser esta un activo de valor, por su naturaleza de no regulación y descentralización, podría tener altos riesgos inherentes dado  a su alta volatilidad, asociado a ellos las evidentes guerras económicas de las potencias, como sucede con los países orientales y estados unidos, tal es el caso del  lanzamiento que recién hizo  El Estados Unidos, de una recompensa de $ 650, 000.00 a quien localice una red de operaciones de Criptomonedas.

Por el momento alertamos que las criptomonedasno están aseguradas por ningún ente regulador de gobierno, como sí lo están los depósitos bancarios, todo aquel que prometa un rendimiento o dividendo garantizado probablemente puede ser un estafador. El solo hecho de que una inversión sea muy conocida o esté endosada por una popularidad no significa que sea algo bueno o seguro. Eso se aplica tanto a las criptomonedas como a las inversiones más tradicionales.

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